
He recibido un e-mail de alguien que ha escrito a sus conocidos una bonita carta, en la cual expone una vivencia en primera persona de la gripe porcina y hace algunas preguntas interesantes.Soy consciente que es una carta algo personal, es por esta razón que no publico el nombre del afectado y que he tenido la duda de si debía o no publicarla. Pero al final, después de analizar bien el texto, he creído que esta carta puede ser util para muchas personas y que nos puede hacer ver la gripe como algo más que un contagio complejo. Aquí la tenéis: Sí, ya lo sé, no tendría que haberme pillado aquella cerdita durante la última de las tantas cenas de mi despedida. A mí también me engañó, os lo aseguro, porque detrás de aquella faldita tan corta y aquella melena rubia tan larga, sin contar el sinfín de copas que me tomé, nunca pude imaginar que se pudiera esconder un hocico rosado y unas orejas puntiagudas. Lo confirmo: soy el principal responsable de traer el brote de gripe porcina a México. ¡Crucificarme, por favor! Pero sin clavos, que tengo los pies muy delicados.Soy consciente que hace tiempo hice la promesa de no seguir escribiendo aquellas insufribles crónicas colectivas que solamente un ínfimo número de personas se leían, los mismos que desde entonces contesto con gusto personalmente. Pero las circunstancias, y después de los últimos correos recibidos y los que seguramente estarán por llegar, hace que vuelva a sentarme, a modo excepcional, delante del ordenador para poneros un poquito al día de todo lo que acontece por México. Como siempre estoy dispuesto a todo, incluso a decepcionaros. ¿Empezamos?La primera pregunta que os estaréis haciendo es si soy un afectado del susodicho virus que tanto nos están mostrando por la cajita tonta, y ahora más tonta que nunca. Me duele con el corazón tener que deciros esto, pero sí, soy una de los tantos afectados por el virus. No sé si lo demostraran los análisis de sangre, porque los vampiros todavía no han venido por las casas a visitarnos, pero no por ello dejo de ser un afectado. Y soy un gran afectado porque desde que apareció la propaganda del maldito virus las chicas han dejado de besarme. El Gobierno lo dice claramente: evitar a toda costa los abrazos y los besos. Y la Iglesia también tiene su palabra: no son tiempos de conocer gente y establecer nuevas relaciones. Conclusión: ¡estos cabrones me están castrando!La segunda pregunta es evidente ¿Dónde estoy? Pues ahora mismo estoy en Querétaro, una ciudad bastante cerca del Distrito Federal, o dicho de otro modo, de la “temida capital”. Como os podéis imaginar, la cercanía a D.F hace que el pánico se haya trasladado rápidamente hasta Querétaro, y es un auténtico espectáculo salir a la calle y ver a bastantes personas con el bozal en la boca. En serio, no tiene precio. Por fin, después de todos los tiempos, el hombre empieza a parecerse a ese pobre animal que tanto se ha empeñado en domesticar, contagiándole por completo su estupidez ¿Cómo se llama? Ah sí, el perro. Dudo que me llegue la plata -dejarme alguna expresión argentina, por favor, que han sido seis meses- para comprar un collarcito para todos, porque si la tuviera os aseguro que se los ponía. Está bien, soy capaz de escuchar vuestra suplicas y no me voy a enrollar más. Vamos al grano. Ahora me voy a poner algo reflexivo, por eso os aconsejo que os saltéis el siguiente “cacho”. No quiero atormentaros con mis teorías. Quien avisa no es cabrón, ¿o la palabra era traidor?¿Existe el virus? Pues claro que existe, y no sólo éste, que ya debe de hacer años que camina solito, sino también un montón de virus más - que ha creado el hombre con su estupidez, por supuesto- que deben de estar paseando por todos los rincones del planeta montándose una fiesta padre a nuestra salud. Y eso me conduce a preguntarme, ¿por qué no nos quedamos en la época de Cromagnon? Joder, con lo felices que debieron de ser con apenas un taparrabos que les ocultaba las vergüenzas. Lo que es seguro es que el planeta lo hubiera agradecido.Ahora bien, ¿por qué nos muestran ahora este virus y precisamente en México? Fácil. Simplemente para conseguir vendar los ojos de las personas y desviar nuestra atención de otras problemáticas mayores, puesto que cuanto mayor es la alarma que se crea en la sociedad mayor es el vendaje. ¿Qué pensáis que sucedió con las vacas locas, la legionela, la gripe aviar, etc, etc, etc.? Pues exactamente lo mismo. Es por eso que, para algunos países, este virus es como un bálsamo de agua bendita para controlar a sus cada vez más revueltos ciudadanos, y muchos de ellos ya se han apresurado a otorgarse algunos casos o infecciones, aunque sólo los suficientes, no vaya a ser que este asunto se les escape de las manos. ¡Uy, qué casualidad! Os habéis fijado que entre esos países se encuentra España. ¿Mi sugerencia personal? Pues que no permitáis que el Gobierno os siga distrayendo con la propaganda del virus mientras os patean libremente de vuestros puestos de trabajo, ¡que ya son cuatro millones de parados! Exigir de una vez que se cumplan vuestros derechos y no dejéis que estos impresentables, que presumen representaros, os dejen con el culo al aire mientras sus bolsillos no paran de llenarse.¿Y México que pinta? Seguro que es lo siguiente que os estáis preguntando. También tiene una fácil respuesta. Pues en este adorable país, pues lo amo, desde hace un tiempo se está empezando a gestar en su panza una gran revuelta estudiantil contra el gobierno. Y justo se da la casualidad que después de la visita de Obama a México para tratar temas relevantes en el futuro del país –la construcción del polémico muro en el lado de la frontera de EE.UU, la situación de los 15 millones de mexicanos residentes en EE.UU, la complicada situación del narcotráfico, la defensa de la explotación de los productos nacionales, etc.-, y cuando los medios de la oposición, junto a los estudiantes, empiezan a presionar, los noticieros abren sus titulares con la aparición de la posible pandemia de la gripe porcina. ¿Qué pasó con los temas de la reunión? Os puedo asegurar que, después de la propaganda que se hizo de la susodicha reunión, el famoso virus lo eclipsó todo y luego apenas se ha hablado de nada. No sé que se llevarán entre manos ni lo que quieren ocultar, pero por el circo que han montado es algo bastante. O sea, el gobierno mexicano se ha bajado definitivamente los pantalones ante EE.UU y no quiere decírselo a su pueblo. El gobierno, además, después de la reunión con Obama, ya se ha asegurado, con la excusa del virus, de clausurar los puntos de reunión de los estudiantes, cerrando las aulas durante dos semanas. Tampoco se ha cortado a la hora de declarar muy peligrosos -por la “posibilidad” de contagio- los puntos de encuentro de los jóvenes, como cualquier sala de ocio. Es más, los noticieros y la prensa del país no dejan de anunciar que la población más propensa a contagiar el virus son las que están comprendidas entre 20 y 45 años. Y os puedo decir con seguridad que el gobierno ha conseguido su objetivo, porque sólo con el anuncio de una posible epidemia se podía frenar a los cada vez más revueltos jóvenes, y os aseguro que los tienen a todos acojonados. Porque ya se sabe que cuando se pone en juego la propia vida de uno todo lo demás deja de tener importancia, ¿y qué mejor que atemorizarlos anunciando una posible epidemia?Etiquetas externas:
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